top of page
  • Twitter
  • Facebook
  • Instagram
  • Immagine del redattoreMarcello

Critica de Las misdistribution

Di José Higlesias

Se habla mucho de miscasting y sin embargo nunca se adapta el concepto de misdistribution al cine.  Películas etiquetadas como de acción y que debieron de decepcionar profundamente a los fans de Terminator o de Robocop (bueno, en este caso un poco menos), evocando a aquellas hordas de moteros cabreados saliendo violentamente y muy confusos de la Filmo, de Sympathy for the Devil de Godard, después de no haber podido asistir a una sola interpretación completa de su himno durante la proyección. Y no me refiero a cuando el cine de terror sustituía la censurada crítica política y social en EEUU (como con Romero, Carpenter –Asalto 1976, Rescate 1981 o la impecable visión de la manipulación mediática de Están vivos 1988-  o Cronenberg) sino a films con carteles y repartos de action movie y que sin embargo narran historias reales, “como la vida misma” como se solía decir antes del “basado en hechos reales”, con fuertes dosis de sarcasmo social y sibilinos vistazos a una lucha de clases (no tan) encubierta. Los emigrantes enjaulados de Hijos de los Hombres (2006), de Cuarón, ya es hoy; a la Nueva York glacial de El día después de mañana (2004) le queda muy poco; y la industria de la inmortalidad, y por tanto a la “recuperación” de órganos por impago, de Repo Men (2010) será antes de pasado mañana. Pero hay una que, ventanas de nuestras casas afuera aparte, ya lleva mucho tiempo representándose ante las candilejas. En 1994, para cubrir las primeras elecciones en Sudáfrica, viví en distintos townships de Johannesburgo, de Hillbrow a Soweto. Cuando volví en 2001, ya pernoctando en el lujoso Sandton, y junto a esperanzadoras escenas multicolores, vi también como el crudo racismo del apartheid había calado entre sus propias víctimas, muchas de las cuáles despreciaban a aquellos a quien les iba aún  peor que a ellos. Impactado, escribí unas notas, El último niño del mundo, en que describía cómo una metafórica bofetada lanzada por Bill Gates contra su esposa Melinda recorría todo el mundo llegando al cono sur africano, donde el blanco le golpeaba al mestizo, éste al negro, el urbano al rural, el rural al inmigrante nigeriano, el centroafricano al ilegal togolés recién llegado, éste a su mujer y aquella a su hijo. Buscando desesperado alguien a quien trasladar su frustración, el niño acaba pateando a un perro. Pueden, por tanto  entender mi estupefacción cuando ocho años después asistí anonadado al pase Distrito 9 y a cómo la calificaban una película de ciencia ficción.

Por cierto, las fotos de la vidriera corresponden, en este orden, a Distrito, Soweto “real”, Black Hawk, Distrito, Black Hawk, Hijos, Repo y, finalmente, Gaza “real”

About Us

Marcello! è una testata giornalistica dedicata ai veri cinefili. A tutti coloro che amano il buio della sala cinematografica, l'odore dei pop-corn e la magia del grande schermo. Insomma, a tutti coloro che non riuscirebbero a vivere senza la settima arte.   

Dai un'occhiata agli ultimi aggiornamenti!

federico-fellini.png

CONTATTI

Grazie per esserti iscritto!

© 2022 MARCELLO! 

bottom of page